miércoles, 3 de julio de 2013

La Escafandra y la Mariposa

Saludos estimados lectores!
Hoy les presentamos el análisis de la película "La escafandra y la mariposa", donde podemos ver como se aborda el problema de un paciente que sufrió un accidente cerebrovascular y el rol que desempeña el fonoaudiólogo(a) ante este dilema.
A continuación nuestro trabajo:




Síntesis de la película:


En 1995 Jean-Dominique Bauby de 43 años, padre de dos hijos y editor de la revista ELLE, sufrió un accidente cerebrovascular que lo hizo entrar en un coma profundo del cual despertó tres semanas después con el cuerpo completamente paralizado, afectado por el "síndrome del encierro" donde el paciente se encuentra consciente y despierto pero no puede moverse ni comunicarse verbalmente debido a una completa parálisis de los músculos voluntarios, exceptuando los ojos. El protagonista puede oír, comprender, recordar, pero no hablar, ni mover su cuerpo, a excepción de su ojo izquierdo.
Su único medio de comunicación con el mundo externo era el parpadeo de su ojo izquierdo, un parpadeo para decir si y dos para negar; pero el espíritu del protagonista se negaba a morir, por lo que pensaba en su ser interior: “Aparte del ojo, acabo de darme cuenta de que tengo otras dos cosas que no están paralizadas: mi imaginación y mi memoria (lo que representa su mariposa). La imaginación y la memoria son las dos únicas vías para escapar de la escafandra. Puedo imaginar lo que sea, a quien sea y donde sea.” De esta forma Jean-Dominique comienza a imaginar, todos los lugares del mundo en los que quisiera estar y con las personas y, especialmente, mujeres con las que quisiera compartir.
Fue entonces cuando una terapeuta encargada de la comunicación de Jean le mostró un sistema de letras en el cual se iban nombrando las letras según el orden de mayor uso, donde Jean-Do debía confirmar o negar la letra mediante los parpadeos para poder comunicarse. Y fue así como a Jean-Dominique se le ocurrió escribir un libro en el que dejó constancia de sus vivencias y reflexiones, con el que prolongó su vida fuera del encierro de su cuerpo. Este libro fue escrito gracias a una mujer que pasaba muchas horas del día implementado este sistema donde Jean le iba  dictando  que  debía escribir.
Sólo después del accidente Jean sintió que había encontrado el verdadero sentido de su vida; se encontró con su verdadera naturaleza humana, descubriendo la fragilidad del ser humano, esto es reflejado por una frase de su ser interno que dice: “Tengo 43 años y me bañan como a un bebé grande. Me lavan el culo y me lo limpian. Causa gracia. Pero, como dijo el poeta: “Sólo un tonto se ríe cuando nada es gracioso”. Jean había sido editor de una revista de moda famosa, por lo tanto había conocido, de una manera cercana lo superficial que puede llegar a ser la vida.
Entre la gente que lo fue a visitar se encontraba un viejo amigo, la madre de sus hijos, sus propios hijos, pero nunca fue la pareja que tenía en ese momento al hospital y sólo tuvo contacto con ella por medio de un teléfono. Tampoco fue a visitarlo su padre, pero al igual que su pareja, su padre le habló muy entristecido por la situación a través del teléfono; su padre en un acto de compasión y apoyo le dice a Jean-Dominique: “Cuatro pisos de escaleras a los 92 Años, los dos estamos encerrados. Tú, prisionero de tu cuerpo; yo, de mi apartamento. Recuerda esto.”
El momento más emotivo fue cuando estaba con sus hijos y la madre de sus hijos en la playa, ya que ellos lo habían llevado a pasear. Jean-Dominique refleja con las siguientes  palabras su impotencia y angustia por no poder compartir como un padre normal junto a sus hijos: “Las palabras no pueden expresar la pena que me invade. Yo, su padre, no puedo tocarles el cabello, pellizcarles el suave cuello, ni abrazar sus pequeños, suaves y cálidos cuerpos. Pero me regocijo de verlos vivos, moviéndose, riéndose... Es lo que llamo un buen día.”
Hubo un momento de las terapias a las que asistía Jean- Dominique, en el que pudo mover ligeramente su cabeza y en otra ocasión la lengua, con las canciones que les enseñaban, con estas dos situaciones los terapeutas se emocionaron bastante, tildando estos hechos como “milagros”.
Poco antes de morir, Jean Dominique salió a pasear con la mujer que le ayudaba a escribir su libro y éste le dijo: “Mi escafandra la lleva conmigo al fondo del mar”, con lo que ella le responde: “Jean-Do, no me importa que me arrastre al fondo del mar. Porque usted también es mi mariposa. Cada día yo te espero”.
Jean-Dominique Bauby murió diez días después de la  publicación de su libro, el nueve de Marzo de 1997.



Análisis de los principios bioéticos presentados  a  lo largo de la trama:

Autonomía: El principio de autonomía se funda en la  libertad que se le entrega a una persona, otorgándole con ello la capacidad de decidir lo que a su juicio más le conviene, considerando que previamente habrá un manejo de toda la información al respecto. Nosotros creemos que al principio de la película, cuando aún no ideaban un sistema de comunicación, éste principio se encuentra un poco vulnerado; si bien se le informa al paciente los procedimientos que se van a realizar, él no puede dar su consentimiento o pedir un tratamiento alternativo debido a la incapacidad que sufre para poder comunicarse. A medida que va transcurriendo la trama de la película y Jean tiene la capacidad de poder comunicarse, éste principio se cumple, ya que al recibir la información por parte de los médicos él puede dar su consentimiento.

Beneficencia: Este principio, se refiere principalmente a tratar con bondad al otro, en este caso la bondad con que trata el profesional de la salud al paciente. Primero tenemos a la profesional  ortofonista, quien siempre procuró tratar al paciente de buena manera, preocupada de su salud e integridad como persona. Esto la lleva inventar un sistema que le permita al paciente comunicarse con familiares y amigos que lo visitaban o lo llamaban por teléfono, y con el resto de la sociedad por medio de la redacción de su libro. También tenemos a la profesional fisiatra, la que siempre manifestó su bondad hacia Jean-Dominique, orando por él, incluso llevándolo a la iglesia, para que Dios intercediera por su recuperación. A pesar de que el paciente no creía en Dios. Sin embargo, la beneficencia también se puede observar en la bondad con que la esposa, trataba al protagonista, pues a pesar de que éste se había ido con otra mujer, ella fue la primera en visitarlo, en acompañarlo durante su padecimiento, le llevó a sus hijos e incluso respondiéndole el teléfono y colaborando en la comunicación con la actual pareja de él.

No Maleficencia: El principio de no maleficencia tiene sustento en evitar causar daño a un tercero, respetando por sobretodo la integridad del paciente en todo sus planos. En el transcurso de la película tal principio si es valorado. El trato al paciente en toda instancia es basado en el respeto y en el real entendimiento de sus dificultades. Las distintas opciones terapéuticas que se propusieron aplicar sobre él  en su totalidad fueron ejecutadas bajo el alero de no causarle ningún tipo de daño, sino que al contrario todo fue propuesto para causarle un bien.

Justicia: Este principio se ve reflejado en hechos pequeños pero de gran relevancia durante la película, en el sentido que se trató a la persona de la forma que lo merece, es decir, teniendo en cuenta que, sufrió un accidente cerebrovascular y esto le produjo una parálisis total (a excepción del ojo izquierdo), los doctores y terapeutas lo asistieron de la forma que correspondía, controlando su estado de salud y otorgándole el tratamiento adecuado. Además, se puede ver que la editorial cumplió su contrato y permitió que Jean- Dominique escribiera su libro, a pesar de no estar físicamente apto, si lo estaba mentalmente, por lo cual podía redactar siempre y cuando alguien lo ayudará.
  
Análisis de los valores morales a lo largo de la trama:

·         Amor:
Este valor es uno de los que se ve más representado a lo largo de toda la película, donde los terapeutas que trataban a Jean, las visitas de la familia y los llamados de teléfono que recibió por parte de su  padre y su novia, de una u otra forma le demostraban su afecto hacia él y el deseo que tenían de que él mejorara.

·         Paciencia:
       La paciencia consiste en la capacidad de soportar o esperar algo sin alterarse, y en esta película, debido al lento tratamiento que debe seguir el protagonista, éste valor juega un rol primordial. Dentro de la historia, varios personajes logran desarrollar este valor, principalmente el protagonista, sus terapeutas y la asistente de su libro, quienes a pesar de la lentitud y las dificultades que se les presentaron durante el tratamiento del paciente, están siempre dispuestas a enfrentar el problema y realizar con paciencia su labor.

·         Compromiso:
Este valor se puede visualizar en todos los profesionales que tratan a Jean desde el momento en que ingreso al hospital, pero se puede ver más manifestado en el compromiso que adquiere su ortofonista con él donde se propone que su paciente se pueda comunicar con el resto del mundo ideándole un sistema de comunicación.

·         Superación:
Este valor lo podemos ver por parte del protagonista al lograr comunicarse, a pesar de que en un principio le parecía ridículo hacerlo por medio del alfabeto.

·         Tolerancia:
Jean tuvo que desarrollar una tolerancia ante todos una vez en el hospital, ya que como no lo podían escuchar y él se encontraba consciente de lo que pasaba a su alrededor, tuvo que soportar procedimientos y situaciones en las cuales se vio inmerso, cómo el hecho de que la terapeuta lo llevara a la iglesia, cuando él no creía en Dios.

·         Calidad:
Se ve reflejado en el trabajo de todos los otros terapeutas y doctores que lo tratan, ya que todos tuvieron siempre el enfoque de hacerle un bien al paciente, aplicando las mejores técnicas.

·         Superación:
A pesar de todas las situaciones que podemos ver durante la película, Jean-Dominique se esfuerza por su mejoría e incluso toma la decisión de escribir un libro que lo ayuda a su superación personal.
  
                                                    Conclusión:

Como podemos darnos cuenta la ética ha existido desde los comienzos de la humanidad, en lo relacionado con la atención de personas, ya que del juicio ético que desarrollemos y los reglamentos a los que nos encontremos sujetos serán los que dirijan nuestro actuar frente a cada caso médico que se nos presente.
También debemos contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de una persona, poniéndonos en su lugar y buscar un mecanismo concreto que podamos poner en práctica para poder sacar ventaja de la situación en la que se encuentre el sujeto, dependiendo de su grado de discapacidad.
Siempre debe existir una comunicación directa tanto con el paciente como con sus familiares, para que tomen conocimiento de los procedimientos a seguir y los beneficios y riesgos que estos conllevan, para que así el sujeto pueda decidir lo que es mejor para mejorar su calidad de vida, o bien en el caso de que éste se encuentre incapacitado su familia pueda tomar la mejor decisión para él.
Cuando nos veamos enfrentados a situaciones como las que nos muestra la película, debemos tener en cuenta un conjunto de principios como lo son la preservación de la vida, el alivio del sufrimiento, el no provocar daño al paciente, respeto por la dignidad de la persona, la autonomía y la justicia; donde si no son vistos desde un punto de vista ético establecido puede crear controversia tanto para el paciente con sus familiares como para el mismo profesional.
Todos estos aspectos los podemos evidenciar claramente en la película, donde la ética jugó un papel fundamental en los procedimientos que Jean-Dominique fue sometido. Nunca se ocultó información de su estado de salud a los familiares ni al propio paciente, se creó un sistema que facilitará la comunicación del sujeto con las demás personas para que así él pudiera expresar su voluntad, sin que ésta ni su integridad fueran pasadas a llevar.

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